Primero creímos que la Tierra era plana, hasta que comprobaron lo
contrario y deseamos creerlo; después, creíamos que era precisamente
nuestro planeta el centro de nuestro Sistema Solar, hasta que nos dimos
cuenta que ese lugar era del Sol. Estos acontecimientos son tan sólo dos
ejemplos de lo que hemos creído durante años y que finalmente resulta
que estábamos equivocados.
Esto sucede en cualquier rama de la ciencia, pues los humanos no
conocemos aún todas las respuestas paras las preguntas que nos atacan y
hay cuestionamientos que ni siquiera nos hemos atrevido a pensar.
En el caso de la medicina, los avances han sido grandes, pero se espera
mucho más de ella, así como también se espera enterrar mitos que por
años se han mantenido vigentes y que en realidad no son más que
falsedades.
Mito 1: las vacunas pueden causar gripe y autismo. Se
cree que las vacunas que son precisamente contra el resfriado producen
esta enfermedad, pero en realidad la vacuna contiene virus muertos por
lo que no pueden "resucitar" para provocar la gripe. Se cree lo mismo
del autismo porque muchos padres aseguran que la enfermedad llegó luego
de que sus hijos padecieron de paperas, sarampión o rubiola, por lo que
inmediatamente se crea la relación, sin embargo, se ha probado con
estudios que no existe tal, al menos no en cuanto a las vacunas.
Mito 2: leer en lugares con poca luz arruina la vista.
¿De dónde llegó este mito? Son precisamente los expertos en el tema,
quienes aseguran que es poco probable que ocurra algún daño a los ojos
si leemos en lugares con poca luz, aunque no descartan que esta
actividad pudiera provocar estrabismo, mayor parpadeo y problemas para
enfocar.
Mito 3: los suplementos te hacen más saludable. No todo
es como parece y aunque creas que ingerir suplementos es una mejor
manera de alimentar a tu cuerpo con vitaminas, es probable que resulte
todo lo contrario, porque recientes estudios han encontrado que
consumirlas de esta manera puede resultar peligroso, ya que pueden
causar predisposición a enfermedades fuertes como el mismo cáncer. Será
mejor consultar al médico antes de tomar cualquier decisión respecto a
lo que ingerimos.
Mito 4: El frío hace que nos enfermemos. Llega invierno
y todos creemos que nos vamos a contagiar de gripe, pero no es verdad,
pues desde 1968 se descubrió que la temperatura del ambiente no nos hace
más susceptibles a los virus, es decir, no importa bajo qué temperatura
nos encontremos si inhalamos los gérmenes nos enfermaremos. Ahora, el
tiempo frío lo relacionan más con la manera en que interactuamos y que
permite la transmisión mucho más fácil de esos gérmenes.
Mito 5: Sólo hacemos uso del 10 por ciento de nuestra
capacidad cerebral. Probablemente se utiliza como una forma de
alentarnos a esforzarnos más, pero la realidad es que las imágenes de
nuestro cuerpo, desde hace mucho tiempo, nos muestran que ninguna zona
de nuestro cerebro está quieta o totalmente inactiva.
Mito 6: Si te tragas la goma de mascar, ésta durará en
tu organismo por años. Hay muchos elementos de la goma de mascar que no
son digeribles, pero al igual no lo son varios productos que incluimos
en nuestra dieta diaria, como la misma fibra, pero eso no significa que
éstos permanecerán en nuestro organismo o "pegado en las tripas" por
años; y es que nuestro organismo está preparado para hacer pasar y mover
lo que no puede absorber, así que la goma de mascar pasará de la
tráquea a la taza del baño.
Mito 7: El azúcar convierte a los niños en máquinas que
no paran. Aunque usted no lo crea y por más que le quiera echar la
culpa a la ingesta de azúcar, un estudio publicado en el Journal of Abnormal Child Psychology, asevera que la indisciplina de los niños no tiene ninguna relación con la azúcar que consumen. ¿Difícil de creer?
Mito 8: Hay que beber ocho vasos de agua al día. Al
parecer, este rumor inició en 1945, pues el Consejo de Nutrición de los
Estados Unidos recomendó precisamente que debía consumir lo equivalente a
ochos vasos de líquido al día, pero se nos olvida que ahí se cuentan
las frutas, vegetales y hasta refrescos que consumismos, porque también
son o tienen líquido. Así que has bien las cuentas de cuánta agua bebes
al día, porque los especialistas nos recuerdan que tomar agua en exceso
puede ocasionar problemas que incluso nos lleven a la muerte.
Mito 9: Hay que esperar por lo menos media hora después
de comer para poder nadar. De acuerdo con terra.cl y un especialista,
no hay motivo para esperar, ya que los calambres nos pueden dar en
cualquier momento, no sólo después de comer. Aunque eso sí, tal vez
nadar después de comer resulte bastante incómodo.
Mito 10: Rasurarse hace que el vello crezca más rápido,
más grueso y más duro. Muchas mujeres han vivido bajo este supuesto
durante años, es por eso que prefieren utilizar ceras para depilarse,
pero resulta que lo que creían no es cierto. Después de que se hicieran
estudios al respecto, se descubrió que lo que da la impresión de que los
vellos nuevos crezcan de dicha manera, es que siempre vemos la punta de
éstos, la cual es más gruesa, pero como no dejamos crecer un poco más
el vello, nos vamos con la impresión de que éste simplemente es más
grueso.
¿Cuántos de estos mitos creíste?
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