A
continuación te daremos 10 hechos que incrementan nuestra inteligencia y
que quizá no te esperabas, toma nota e incrementa tu habilidad para
resolver conflictos.
Comer chocolate
Un
estudio reciente examinó que los países que más premios Nobel tienen en
su haber son en realidad los que poseen mayor consumo de chocolate. La
investigación, publicada en la prestigiosa revista médica “The New
England Journal of Medicine”, coloca a Suiza a la cabeza del ranking. Le
siguen los suecos y los daneses, altos consumidores de cacao. Sus
autores asocian este beneficio a los flavanoides, antioxidantes
presentes en este alimento y en el vino.

Gimnasia mental
No
sólo el cuerpo puede ejercitarse, también la mente puede hacerlo. Si
bien se pensaba que el cerebro de un adulto estaba completamente formado
y no se podía modificar, los neurobiólogos descubrieron que este órgano
continúa su desarrollo durante toda la vida. De hecho, cuanto más
aprendes, más circuitos de neuronas usas.

Tener vello corporal
Estudios
en varones realizados por el doctor Aikarakudy Alias hallaron un
vínculo entre el pelo del cuerpo y la inteligencia. En concreto,
mostraron que los graduados o los estudiantes universitarios solían
tener más vello en el pecho que los que trabajaban en empleos menos
calificados. A su vez, estas investigaciones encontraron que los alumnos
sobresalientes eran más peludos que los que obtenían malas
calificaciones.

No ser “multi-tasking”
El
requisito en casi todo currículum a la hora de conseguir un trabajo es,
en realidad, un gran enemigo de la concentración y la inteligencia.
Cuantas más labores simultáneas se intenta realizar, peor es el
rendimiento y mayor la distracción, sin poder distinguir entre la
información importante y la trivial.

Dormir bien
Seguro
que te has quedado despierto más de una noche para rendir un examen.
Sin embargo, existen evidencias científicas de que la privación de sueño
atenta contra la inteligencia. De hecho, el insomnio perjudica al
cerebro tanto como el alcohol, y disminuye su eficiencia y rendimiento.

Sufrir trastorno bipolar
El
virtuoso músico Jimmy Hendrix, la galardonada actriz Catherine
Zeta-Jones, el escritor Charles Dickens y hasta el científico Albert
Einstein padecían este síndrome. De hecho, diferentes investigadores
hallaron que el trastorno bipolar es más frecuente entre los
superdotados.

Ser excéntrico
Se
consideran comportamientos extraños a los que escapan de las normas
sociales establecidas, pero que, a diferencia de la locura, no
perjudican a los individuos que los ejecutan. Ejemplos históricos
muestran que la excentricidad está ligada a las personas creativas, pero
también es una cualidad digna de los académicos.

Ser zurdo
El
cerebro se divide en dos hemisferios que poseen sus diferencias.
Mientras que el izquierdo procesa la información analítica y
secuencialmente, el derecho se asocia a la percepción global. Algunos
estudios señalan que quienes son zurdos poseen un coeficiente
intelectual más alto, mientras otras investigaciones científicas
resaltan que esta población tiene mejores resultados en las pruebas de
capacidad, así como en la resolución de problemas.

El ateísmo
Un
estudio realizado en 2008, que examinaba la relación entre la
inteligencia y la fe religiosa mostró que las personas de mayor
coeficiente intelectual (CI) tendían a ser ateos. Le seguían los
agnósticos, los de creencias liberales y en último lugar, los creyentes
fundamentalistas. De hecho, el vínculo entre el CI y la religión ha sido
ampliamente investigado, tanto en individuos como en sociedades y los
países con habitantes menos propensos a creer en Dios presentaban
mayores tasas de inteligencia de acuerdo con el CI, también conocido
como IQ.

Ser feliz
En
el pasado solía pensarse que el alto índice de inteligencia estaba
vinculado a la depresión. Sin embargo, un reciente estudio realizado en
el Reino Unido mostró que aquellos con menor coeficiente intelectual
fueron más propensos a ser infelices que sus colegas más capaces. Así,
la investigación sugiere que son las características asociadas con la
inteligencia y no la inteligencia en sí misma las que tienden a provocar
los estados de desesperación. El trabajo desmitifica la idea del
escritor Ernest Hemingway, quien dijo alguna vez: “La felicidad en la
gente inteligente es la cosa más rara que conozco”.

No hay comentarios:
Publicar un comentario